Documenta Catholica Omnia
Non nobis, Domine, non nobis, sed nomini tuo da gloriam
Index Verborum: temores
Juan de la Cruz (1542-1591) Avisos |
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Juan de la Cruz (1542-1591) Avisos a un Religioso para Alcanzar la Perfecion |
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Juan de la Cruz (1542-1591) Avisos copiados por Magdalena del Espiritu Santo |
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Juan de la Cruz (1542-1591) Avisos por la Madre Maria de Jesus |
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Juan de la Cruz (1542-1591) Avisos procedentes de Antequera |
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Juan de la Cruz (1542-1591) Avisos recogidos por la edicion de Gerona |
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Juan de la Cruz (1542-1591) Cantico Espiritual A |
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§ 13.21 | Y no se ha de entender que siempre acaecen estas visitas con estos temores y detrimentos naturales, que, como queda dicho, es a los que comienzan a entrar en estado de iluminación y perfección y en este género de comunicación, porque en otros antes acaecen con gran suavidad. |
§ 14.8 | Esto mismo dijo en los Cantares (Ct 3, 78) la esposa por otras palabras, diciendo: En lectulum Salomonis sexaginta fortes ambiunt ex fortissimis Israel uniuscuiusque ensis super femur suum propter timores nocturnos: que quiere decir: Mirad que sesenta fuertes cercan el lecho de Salomón; la espada de cada uno sobre su muslo por los temores de las noches. |
§ 16.13 | Tienen también, acerca de las cuatro pasiones del alma, a veces, muchas esperanzas, gozos, dolores y temores inútiles, tras de que se les va el ánima. |
§ 24.2 | Y a este tiempo suelen algunas veces acudir a la memoria y fantasía muchas y varias formas e imaginaciones, y en la parte sensitiva muchos y varios movimientos y apetitos, que, como habemos dicho, con su mucha sutileza y viveza molestan y desquietan al alma de la suavidad y quietud interior de que goza, y, allende de esto, los demonios, que tienen mucha envidia de la paz y recogimiento interior, suelen ingerir en el espíritu horrores y turbaciones y temores. |
§ 28.6 | Y llama veladores a estos temores, porque de suyo hacen velar y recordar al alma de su suave sueño interior; y también porque los demonios, que los causan, están siempre velando por ponerlos estos temores que pasivamente de parte de Dios, o del demonio, como he dicho, se ingieren en el espíritu de los que son ya espirituales. |
§ 28.6 | Y llama veladores a estos temores, porque de suyo hacen velar y recordar al alma de su suave sueño interior; y también porque los demonios, que los causan, están siempre velando por ponerlos estos temores que pasivamente de parte de Dios, o del demonio, como he dicho, se ingieren en el espíritu de los que son ya espirituales. |
§ 28.6 | Y no trato aquí de otros temores temporales o naturales, porque tener los tales temores no es de gente espiritual, mas tener los espirituales temores ya dichos es propiedad de espirituales. |
§ 28.6 | Y no trato aquí de otros temores temporales o naturales, porque tener los tales temores no es de gente espiritual, mas tener los espirituales temores ya dichos es propiedad de espirituales. |
§ 28.6 | Y no trato aquí de otros temores temporales o naturales, porque tener los tales temores no es de gente espiritual, mas tener los espirituales temores ya dichos es propiedad de espirituales. |
Juan de la Cruz (1542-1591) Cantico espiritual B |
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§ 14.21 | Y no se ha de entender que siempre acaecen estas visitas con estos temores y detrimentos naturales, que, como queda dicho, es a los que comienzan a entrar en estado de iluminación y perfección y en este género de comunicación, porque en otros antes acaecen con gran suavidad. |
§ 15.6 | Y lo segundo, y que peor es, que cuando de esta manera no pueden, embisten en ella con tormentos y ruidos corporales para hacerla divertir; y, lo que es más malo, que la combaten con temores y horrores espirituales, a veces de terrible tormento. |
§ 19.9 | Y llama veladores a estos temores porque de suyo hacen velar y recordar al alma de su suave sueño interior; y también, porque los demonios que los causan, están siempre velando por ponerlos estos temores, que pasivamente de parte de Dios o del demonio (como he dicho) se ingieren en el espíritu de los que son ya espirituales. |
§ 19.9 | Y llama veladores a estos temores porque de suyo hacen velar y recordar al alma de su suave sueño interior; y también, porque los demonios que los causan, están siempre velando por ponerlos estos temores, que pasivamente de parte de Dios o del demonio (como he dicho) se ingieren en el espíritu de los que son ya espirituales. |
§ 19.9 | Y no trato aquí de otros temores temporales o naturales, porque tener los tales temores no es de gente espiritual; mas tener los espirituales temores ya dichos es propiedad de espirituales. |
§ 19.9 | Y no trato aquí de otros temores temporales o naturales, porque tener los tales temores no es de gente espiritual; mas tener los espirituales temores ya dichos es propiedad de espirituales. |
§ 19.9 | Y no trato aquí de otros temores temporales o naturales, porque tener los tales temores no es de gente espiritual; mas tener los espirituales temores ya dichos es propiedad de espirituales. |
§ 22.9 | Esto mismo dijo en los Cantares (3, 78) la Esposa por otras palabras, diciendo: Mirad el lecho de Salomón, que le cercan sesenta fuertes de los fortísimos de Israel, cada uno la espada sobre su muslo para defensa de los temores nocturnos. |
§ 24.19 | Tienen también, acerca de las cuatro pasiones del alma, muchas esperanzas, gozos, dolores y temores inútiles tras de que se va el alma. |
Juan de la Cruz (1542-1591) Cantico espiritual CA |
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Juan de la Cruz (1542-1591) Cautelas |
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Juan de la Cruz (1542-1591) Dichos de luz y amor |
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Juan de la Cruz (1542-1591) Epistolario |
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§ 3 | Pues ella no me dice, yo le digo que no sea boba ni ande con temores que acobardan el alma. |
Juan de la Cruz (1542-1591) Grados de Perfecciòn |
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Juan de la Cruz (1542-1591) La Subida del Monte Carmelo |
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Juan de la Cruz (1542-1591) Llama de Amor Viva A |
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§ 3.1.55 | Todo lo alto ve el demonio, dice Job (41, 25), es a saber, de las almas para impugnarlo; y, si acaso alguna se le entra en el recogimiento, con honores, temores o dolores corporales o con sonidos y ruidos exteriores trabaja por perderla, haciéndola divertir al sentido para sacarla afuera y divertirla del interior espíritu, hasta que, no pudiendo más, la deja. |
Juan de la Cruz (1542-1591) Llama de Amor Viva B |
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§ 0 | Los trabajos, pues, que padecen los que han de venir a este estado, son en tres maneras, conviene a saber: trabajos y desconsuelos, temores y tentaciones de parte del siglo, y esto de muchas maneras; tentaciones y sequedades y aflicciones de parte del sentido; tribulaciones, tinieblas, aprietos, desamparos, tentaciones y otros trabajos de parte del espíritu, porque de esta manera se purifique según las partes espiritual y sensitiva, a la manera que dijimos en la declaración del cuarto verso de la primera canción. |
§ 0 | De donde, si acaso algún alma se le entra en el alto recogimiento, ya que de la manera que habemos dicho no puede distraerla, a lo menos con horrores, temores o dolores corporales, o con sentidos y ruidos exteriores, trabaja por poderla hacer advertir al sentido, para sacarla fuera y divertirla del interior espíritu, hasta que, no pudiendo más, la deja. |
Juan de la Cruz (1542-1591) Noche Oscura |
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§ 2.23.4 | Y entonces todo aquel temor le cae por defuera, sintiéndolo ella claramente y holgándose de verse tan a lo seguro gozar de aquella quieta paz y sabor del Esposo escondido, que ni mundo ni demonio puede dar ni quitar, sintiendo allí el alma la verdad de lo que la Esposa a este propósito dice en los Cantares (3, 78), es a saber: Mirad que al lecho de Salomón cercan sesenta fuertes, etc., por los temores de la noche. |
Juan de la Cruz (1542-1591) Otras del mismo a lo divino |
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Juan de la Cruz (1542-1591) Que va por super flumina |
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